Autor: Iker Arranz.
Maquetado e ilustrado por Jurema Martín.
Texto de contraportada:
Suele decirse que vivimos en un mundo que alberga muchos lugares. Que, de hecho, pasamos la vida descubriendo estos lugares que habitan en un mismo mundo donde nos desarrollamos como personas, como amigos, como amantes y serviles adolescentes de vidas complejas. Como padres, como amas de casa, como amos sin casa o como siluetas maduras en plena pubertad.
Este pequeño e intimo relato intenta contar justamente una realidad contraria a la que nos es repetida habitualmente. Este relato cuenta la historia de un solo lugar donde habitan muchos mundos. Estos mundos son tan complejos y universales como las vidas que nos envuelven, de las que no nos podemos escapar, múltiples y variadas que se solapan, dentro de esa infinitud de personajes que encarnamos delante de un escenario imaginado sobre la ordinariez de lo actual, sobre una misma existencia.
Sin embargo, en este relato descubrimos que esta infinidad de personajes se zambullen en múltiples mundos que convergen en un solo lugar, protegido y amenazado a partes iguales, por soles y sombras, como guardianes descuidados de nuestros mas íntimos secretos, secretos a voces, que siempre ocurren en este mismo lugar: el diván de Auggie.